FYM, filial en España de Italcementi Group, cerró 2011 con una facturación de 155 millones de euros, lo que representa un descenso del 12% con respecto al año anterior. Estos datos evidencian la importante bajada en el consumo de cemento que el sector viene padeciendo desde hace años y que en 2011 se agudizó principalmente por el estancamiento de las obras del área residencial y la paralización de los grandes proyectos públicos.

Con respecto al EBITDA, el beneficio bruto de explotación se situó en 17,6 millones de euros (un 44% menos que el año precedente), y el beneficio neto de explotación, EBIT, fue de -21,8 millones de euros, debido a la depreciación del sector de materiales de construcción en España.

Estos resultados fueron comunicados por el Consejero Delegado de la compañía, Mario Bracci, quien también anunció para este verano el traslado de sus oficinas centrales de Madrid a Málaga.

La caída en la facturación es muy similar en todas las zonas donde la compañía está presente. En Andalucía, los ingresos agregados de FYM-Italcementi Group fueron de 81,3 millones de euros, disminuyendo un 11%, mientras que en la Zona Norte esta cifra agregada fue de 87,2 millones de euros, un 13% menos que el año 2010.

Sobre la base de un crecimiento sostenible, durante 2011 la compañía ha continuado focalizada en cuatro objetivos estratégicos y prioritarios: innovación, impulso de la actividad internacional, inversión y reducción de costes.

Así, el pasado ejercicio, los productos innovadores continúan siendo un referente en la compañía, siendo responsables del 6% de la facturación total de FYM-Italcementi Group. Sin duda, la promoción de soluciones constructivas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente basadas en la utilización de productos innovadores, como la familia de cementos TX Active® (autolimpiantes y descontaminantes), el estabilizador natural de suelos Stabex® o nuestra gama bio basada en Cal Hidráulica Natural, han consolidado el espíritu innovador de la compañía.

Junto a la innovación, la exportación sigue siendo otro pilar fundamental de la actividad de la multinacional italiana. Así, en 2011 las operaciones en Francia, Italia, Argelia, Congo y Gambia, repercutieron en los ingresos que ascendieron a 31,6 millones de euros, más de un 20% de la facturación total, superando ligeramente la cifra de 2010.
 
A pesar de esta disminución en la producción, la compañía ha mantenido el esfuerzo en la inversión. En 2011 esta cifra ascendió a 7,2 millones de euros, priorizando el esfuerzo en programas de mejora y protección medioambiental, que se ha situado en 2,1 millones de euros, representando el 30,1% del volumen total destinado durante el año. Entre los proyectos de mejora medioambiental de las instalaciones de la compañía destacan: el nuevo sistema de control de emisiones en los molinos de cemento y la construcción de una balsa para la recogida de aguas pluviales en Añorga; el sistema de valorización de residuos plásticos y la renovación del filtro del enfriador en la fábrica de Arrigorriaga; la implementación de un puente grúa automático, el cerramiento de la nave y la renovación de los ciclones del enfriador en Málaga.

El Consejero Delegado de FYM-Italcementi Group, Mario Bracci, también presentó la Memoria de Sostenibilidad 2011, elaborada según los criterios del Global Reporting Initiative (GRI).