La Economía Circular es una estrategia de eficiencia en la producción, basada en el principio de "hacer más con menos". Consiste tanto a reducir el consumo de materiales en la fase de producción de bienes, como en minimizar la generación de desechos y reaprovechar, ya sea material o energéticamente, todos aquellos residuos que, de lo contrario, se depositarían en un vertedero. La presentación de las utilidades que la Economía Circular proporciona a las modernas sociedades de consumo fue el tema central de la vigésima reunión de la Comisión de Sostenibilidad (CS) de Ciments Molins Industrial celebrada el 27 de abril en la sede de la empresa en Sant Vicenç dels Horts.
Hace sólo 3 meses, la Comisión Europea ha dado un nuevo impulso a esta nueva metodología de producción mediante la publicación de una Comunicación que tiene como objetivo fomentar patrones de consumo más sostenibles, y reaprovechar energéticamente todos aquellos residuos que deberían ir a vertedero. Entre los 4 procesos de conversión de residuos en energía que promueve la Unión Europea, uno de ellos es específicamente la co-incineración en la producción de cemento y cal: la conversión de residuos en calor en hornos de cemento, una práctica que CMI viene desarrollando desde 2011 con un éxito notable en cuanto a la reducción de consumos de combustibles fósiles y emisiones de CO2.
En la sesión de la CS también se presentó el Balance Ambiental del año 2016, que constata que las emisiones del ejercicio han sido todas por debajo de los límites establecidos. Otro punto destacado de la reunión fue el relativo a las actuaciones en casos de episodios ambientales de contaminación en el área metropolitana de Barcelona. El Jefe del Servicio de Vigilancia y Control del Aire de la Generalidad de Cataluña, explicó cómo se declaran estos episodios y las actuaciones que la Generalitat activa, acciones enmarcadas dentro del Plan de Mejora de la Calidad del Aire. La empresa explicó el Protocolo que aplica en estos casos, que incluye medidas de actuación voluntarias en aspectos como la reducción y modificación del transporte y otras prácticas medioambientales.
La sesión, en la que participaron una veintena de concejales, técnicos de medio ambiente y representantes de las asociaciones de vecinos de las poblaciones del entorno de la fábrica de CMI concluyó con el habitual coloquio, que permitió consultar y aclarar cuestiones relativas a la calidad del aire del entorno de la fábrica.