El consumo de cemento ha crecido un 10,8% en los cinco primeros meses del año, alcanzando los 4.887.751 toneladas, casi medio millón de toneladas más que en el mismo período del pasado año. De mantenerse este crecimiento a lo largo de 2017, el año se cerraría con un total de 12,3 millones de toneladas, una cifra que, a pesar de ser la mejor del último lustro, supone tan solo elevar en poco más de un millón de toneladas la alcanzada en 2016.
El buen comportamiento del consumo en mayo, con un crecimiento del 15,3% que eleva el volumen mensual a 1.101.046 de toneladas, ha permitido compensar la leve caída experimentada en abril, el único mes que ha cerrado en negativo el consumo doméstico en lo que va de año. No obstante, en datos de año móvil —junio 2016-mayo 2017— el crecimiento es de un 2,2%.
“No podemos negar que aun yendo mal, el sector va un poco mejor”, explica el vicepresidente de Oficemen, Isidoro Miranda. “La vivienda está creciendo a un ritmo del 26%, con 13.000 nuevos visados en 2016, y esperamos un nuevo crecimiento del 12% —10.000 visados más— para 2017. Este hecho, unido a un crecimiento algo inferior al 10% en la edificación no residencial, ha permitido que hayamos iniciado el año en valores positivos, una tendencia que tenemos esperanza se mantenga en 2018 debido al desbloqueo de algunas actuaciones en obra civil ya previstas”, añade.
Exportaciones a la baja
Por el contrario, las exportaciones han caído un 7,6% en los cinco primeros meses del año, situándose en 3.762.911 de toneladas, con una pérdida de más de 300.000 toneladas. Esta circunstancia, que está reduciendo el margen ganado con la mejora del mercado doméstico, ha estancado los volúmenes de producción de las fábricas de cemento españolas en un 50% de su capacidad instalada, un nivel muy similar al alcanzado en los últimos cinco años, en los que el consumo interno era menor.
“La incertidumbre en los costes eléctricos de producción, que en una industria electrointensiva como la cementera suponen el 30% del total, y que en los últimos meses han aumentado, restando competitividad a nuestra industria frente a países vecinos con mejores precios finales, continua frenando las exportaciones”, indica Isidoro Miranda.
Una industria cementera fuerte y competitiva
El Gobierno ha expresado recientemente su disposición para alcanzar un pacto de estado por la industria, desde la certeza de que apostar por el crecimiento económico y la creación de empleo exige afianzar un sector industrial fuerte y competitivo, capaz de adaptarse al entorno cambiante y globalizado y al reto que supone la economía digital.
En este sentido, desde Oficemen, se está trabajando en cooperación con la Administración, en dos documentos estratégicos enfocados al sector cementero, para su posible incorporación a los respectivos planes nacionales. En concreto, la patronal está actualizando CRECIMENTA 2030+, uno de los más avanzados dentro del paquete de planes sectoriales por parte de la industria española. CRECIMENTA prevé 10 medidas para revertir la actual situación del sector que pasan por la solución a sus problemas más acuciantes, como el del coste energético. En paralelo, el sector cementero español está ultimando también su plan de digitalización, pionero de la industria pesada en España, y que se irá implementando en los próximos años.