El Instituto Español del Cemento y sus Aplicaciones, IECA, y la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España, Oficemen, han reunido en San Sebastián a más de 170 expertos del sector cementero para hablar sobre la calidad de los materiales de construcción. Bajo el título de “La calidad, una apuesta permanente” se celebró la VI edición de estas Jornadas Técnicas, en las que se abordó la relevancia de la sostenibilidad y las garantías y certificaciones que los fabricantes ofrecen a los usuarios de sus productos.
La directora general de Política Tecnológica, Carmen Andrade, presidió la inauguración del evento y se mostró orgullosa de que “la calidad fuese una apuesta de futuro importante para el sector y que en ella se incluyan las cuestiones que la vinculan con la durabilidad y la sostenibilidad”. Andrade se refirió a una de las dificultades con las que cuenta la industria, ya que, según sus palabras, “muchas de sus iniciativas en este campo han pasado inadvertidas y deben hacerse más visibles”. Además, afirmó que “desde el Ministerio de Educación y Ciencia se estimulará al sector privado para que incremente la inversión en I+D+i; ya que para cumplir con los requisitos de Lisboa será necesario que el 66% de la inversión proceda del sector privado y el 33%, del público”.
Por su parte, el subdirector general de AENOR, Avelino Brito, destacó que “reconforta saber que una industria como la cementera sigue teniendo las ideas claras sobre la importancia de la calidad, sin buscar atajos”.
Centrados en el cliente
El presidente del Comité Europeo de Normalización (CEN) y director general de IECA, Juan Carlos López Agüí, fue el encargado de abrir las ponencias y apostó por que “toda la empresa participe del mismo sistema y definición de calidad, siempre teniendo en cuenta el punto de vista del usuario, y trabajando coordinadamente entre ellos”. “Es necesario globalizar la definición de calidad, ya que es un concepto dinámico como la realidad que nos circunda”, añadió.
El resto de ponentes analizaron el sector desde el punto de vista más técnico relacionado con la durabilidad y sostenibilidad del hormigón, pasando por la certificación y normalización de los productos, hasta otros temas relacionados con los aspectos medioambientales de la fabricación de estos materiales.
En el transcurso de las jornadas se celebró una mesa redonda con el título “La Marca N de calidad, perspectivas de futuro”. En ella se pusieron de manifiesto los nuevos requisitos que, previsiblemente, las administraciones –europeas, nacionales, etc.- van a solicitar de los productos de construcción (prestaciones técnicas y exigencias relativas a la salud y al medio ambiente) y la conveniencia de que la certificación de calidad de producto (Marca N) incluya el cumplimiento de los mismos, con el nivel de exigencia que corresponda, al objeto de que dicha marca transmita al usuario que el producto cumple con todos los requisitos, cualquiera que sea la índole de estos. También se resaltó que la certificación voluntaria por tercera parte colabora eficazmente en la consecución de niveles de calidad elevados, además de la importancia que para este objetivo tiene el Reglamento de Certificación, la transferencia del sistema y las verificaciones en el mercado.
El presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción (CEPCO), Rafael Fernández, destacó en la clausura que “las conferencias han dado a conocer la preocupación existente en el sector de mirar más hacia el cliente y sus necesidades en lugar de al volumen de producción”.
Sin embargo, uno de los temas más candentes fueron los relacionados con las certificaciones de calidad, sobre todo, se remarcó la importancia de la existencia de las marcas voluntarias como complemento a la legislación y como garantía de un valor añadido para el propio producto. Además, se destacó la necesidad de que el marcado CE se complemente en cada país con este tipo de certificaciones que son la representación de las necesidades específicas del mercado de cada estado y que realizan verificaciones de la calidad en el propio mercado.
En general, todos apostaron por la calidad como la base del proceso de utilización del cemento, desde su creación hasta su puesta en obra, avanzando las últimas novedades en cuanto a productos, sistemas de cálculo de sus propiedades y la actual normalización. A este respecto, el representante de la Asociación Nacional de Empresas Fabricantes de Hormigón Preparado (ANEFHOP), Javier Martínez de Zuazo, recalcó que “el 70% de las plantas de hormigón preparado que hay en el País Vasco disponen de certificación de producto”.