CEMEX ha recibido la Autorización Ambiental Integrada (AAI) para su fábrica de cemento de Lloseta y para las instalaciones de cemento gris de su fábrica de Alicante.
Con la obtención de estas autorizaciones, CEMEX cumple con la Ley de Prevención y Control Integrados de la Contaminación (IPPC), que establece la obligación para determinadas industrias -entre las que se encuentran las cementeras- de solicitar y obtener antes de octubre de 2007 este permiso. Esta ley tiene como objetivo evitar, reducir y controlar la contaminación de la atmósfera, del agua, aire y suelo, mediante el establecimiento de un sistema de prevención y control integrados de la contaminación, con el fin de alcanzar una elevada protección del medio ambiente en su conjunto.
En esta autorización ambiental se fijan todas las condiciones medioambientales exigibles para la explotación de las instalaciones y, entre otros aspectos, se especifican los valores límite de emisión de sustancias contaminantes, basados en las mejores técnicas disponibles y tomando en consideración las características técnicas de la instalación, su implantación geográfica y las condiciones locales del medio ambiente.
En el caso de Alicante, la Consellería de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda también ha concedido la AAI a una planta de secado térmico de lodos y a una instalación de valorización de lodos secos de la fábrica. La planta de secado de lodos proyectada se basa en la instalación de un sistema de secado térmico que utilizará una tecnología que permita reaprovechar la energía calorífica residual de la fábrica de cemento para conseguir así el lodo seco de una forma más ecológica. Estos lodos se valorizarán en el horno de la fábrica de cemento, introduciéndose como combustible alternativo en sustitución de parte del combustible.
Para ello, la planta también tiene suscrito un convenio de colaboración con la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales para aprovechar el calor que desprenden los hornos para la correcta eliminación del lodo seco en sus instalaciones. Se trata de un permiso en el que se fijan las condiciones de funcionamiento de las instalaciones, especificando los valores límite de emisión y las características técnicas de la instalación.
En la planta de Mallorca, se han realizado inversiones en los últimos cinco años que han superado los 8 millones de euros. Entre ellas destacan la de dos nuevos filtros de mangas que han supuesto una inversión de 6 millones de euros. Éstos, que cuentan con la última tecnología, garantizan niveles de emisión muy por debajo a los autorizados por la legislación vigente. También se continúan realizando inversiones en el plan de mejora acústica por el que, entre otras acciones, se ha acometido el cerramiento de los edificios de molienda de cemento y crudo; se han instalado cabinas insonorizadas para albergar maquinaria ruidosa; y se han sustituido compresores por otros de tecnología silenciosa.