Temas como “El compromiso público de Lafarge con la biodiversidad: lograr un balance neto positivo en la naturaleza tras su actividad minera”; “Educación Ambiental: Espejo de las labores de restauración e investigación en la cantera de Lafarge de Yepes-Ciruelos (Toledo)”; “Técnicas de restauración en ecosistemas áridos y semiárido”; formaron parte de las comunicaciones presentadas por Lafarge durante el congreso. Además, contó con la colaboración y apoyo de Universidad de Castilla-La Mancha, Brinzal, ACER y Geovo.
El compromiso de Lafarge con la sostenibilidad es firme y a largo plazo. Por ello, durante 2013, el Grupo ha desarrollado La Brújula de Sostenibilidad, una metodología que ha comenzado a implementarse durante este año en todos los países donde el Grupo está presente y que permitirá a los países elaborar planes de acción que tengan en cuenta la sostenibilidad local, combinando el crecimiento del negocio con objetivos ambiciosos en este sentido.
En línea con sus retos de sostenibilidad en los que actualmente trabaja recuperando la fauna y flora autóctona de sus canteras, para el 2020, el Grupo Lafarge contempla que el 100% de sus canteras tenga un plan de gestión de biodiversidad. Ya en el año 2012 todas las canteras situadas a menos de 500 metros de áreas con especies protegidas disponían de un Plan de Gestión específico y para el 2015, deberán tenerlo las situadas a menos de 500 metros de hábitats o especies protegidas a escala región.
Lafarge trabaja para convertirse en un ejemplo de sostenibilidad en protección de medio ambiente, responsabilidad social y gobierno corporativo. Una de sus ambiciones es alcanzar una economía circular como modelo de negocio que precise los menos recursos posibles y que fomente el reciclaje y la recuperación de residuos, el uso de combustibles no fósiles, la reutilización y reciclado de materiales y que reduzca las emisiones de CO2.