Lafarge ha completado en el plazo previsto las medidas para la reducción del ruido en su planta de Montcada i Reixac. Iniciadas en 2010, las mejoras han supuesto una inversión total cercana a los 200.000 euros y han permitido a la compañía alcanzar su objetivo de emisiones sonoras. Entre las principales medidas implementadas se encuentran: la instalación de silenciadores en los ventiladores de la nave de caliza y del edificio de la subestación eléctrica; el cerramiento entre estos dos edificios; la instalación de silenciadores en los ventiladores del filtro de los silos de crudo y en las conducciones de aire de soplantes del quemador; la sustitución del accionamiento y de las pistas de rodadura del transportador al silo de clínker; y el cerramiento de toda la planta del separador de crudo.
En palabras del director de la planta de la cementera, Vicente Pedro, “Lafarge Cementos lleva prácticamente 100 años en Montcada i Reixac y, aun así, podemos vanagloriarnos de tener una fábrica puntera, una de las plantas más competitivas del sector cementero europeo en cuanto a la reducción de emisiones, pues desde sus inicios se ha ido renovando de manera constante con las mejores técnicas disponibles en el mercado en cada momento”.
Con la finalización de este plan de reducción de emisiones acústicas, la empresa cementera completa la cuarta fase de actuaciones del programa de mejora medioambiental que se desarrolla en la fábrica desde 1995 y que ha supuesto el aislamiento acústico de todas las instalaciones destinadas a la producción de cemento como el enfriador y los molinos (crudo, coque y cemento).
La compañía cuenta con un programa de mejoras medioambientales continuas, siendo ya más de 21 millones de euros los destinados a este campo en la fábrica en los últimos 15 años. El control minucioso de todas las emisiones de la fábrica de Montcada i Reixac, realizado por entidades acreditadas, destaca que la planta se ajusta a los límites más exigentes que impone la legislación vigente.