El objetivo de este nuevo marco presentado recientemente por el comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, László Andor; es garantizar que la UE continúe desempeñando un papel de liderazgo en el fomento de unos estándares elevados en las condiciones de trabajo tanto en Europa como en el ámbito internacional, en consonancia con la Estrategia Europa 2020.
El marco estratégico determina tres grandes retos en materia de salud y seguridad en el trabajo:
- Mejorar la aplicación de las normas vigentes en materia de salud y seguridad, en particular mediante el refuerzo de la capacidad de las microempresas y las pequeñas empresas para poner en marcha estrategias eficaces y eficientes de prevención del riesgo.
- Mejorar la prevención de las enfermedades relacionadas con el trabajo haciendo frente a los riesgos nuevos y emergentes, sin descuidar los que ya existen.
- Tener en cuenta el envejecimiento de la mano de obra de la UE.
El marco estratégico propone abordar estos retos por medio de una serie de acciones en torno a siete objetivos estratégicos:
- Proseguir la consolidación de las estrategias nacionales en materia de salud y seguridad; por ejemplo, a través de la coordinación de políticas y el aprendizaje mutuo.
- Proporcionar ayuda práctica a las pequeñas empresas y a las microempresas, para que puedan mejorar el cumplimiento de las normas sobre salud y seguridad.
- Mejorar la garantía del cumplimiento de la normativa por parte de los Estados miembros; por ejemplo, mediante la evaluación de los resultados de las inspecciones de trabajo nacionales.
- Simplificar la legislación vigente, cuando proceda, para eliminar las cargas administrativas innecesarias, manteniendo, al mismo tiempo, un elevado nivel de protección de la salud y la seguridad de los trabajadores.
- Abordar el envejecimiento de la mano de obra europea y mejorar la prevención de las enfermedades relacionadas con el trabajo para hacer frente a los riesgos nuevos y existentes, como los nanomateriales, las tecnologías verdes o las biotecnologías.
- Mejorar la recogida de datos estadísticos para disponer de mejores pruebas y desarrollar herramientas de seguimiento.
- Reforzar la coordinación con organizaciones internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y con los socios, para contribuir a reducir los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales y a mejorar las condiciones laborales en todo el mundo.
Dentro de este marco, la Comisión Europea y los Estados Miembro están revisando la eficacia de las Directivas existentes en la materia, dentro de un proceso que culminará, probablemente, con la revisión de este marco normativo para adaptarlo a la estrategia y hacerlo más eficaz.