La industria cementera mundial está firmemente comprometida con el impulso de todas las acciones necesarias para mitigar el alcance y el impacto del cambio climático, todo ello con el objetivo de cumplir con el ambicioso “European Green Deal” (Acuerdo Verde Europeo). Así lo afirmaron el pasado 13 de diciembre en el contexto de la COP25 los representantes de las asociaciones que aglutinan a los productores de cemento a nivel mundial.
La industria del cemento presentó su hoja de ruta para alcanzar las emisiones neutras en 2050, con un enfoque basado en la eficiencia y la innovación en toda la cadena de valor. Este enfoque holístico abarca desde el propio proceso de fabricación del cemento —desarrollando nuevos cementos bajos en carbono, reemplazando la materia prima por materiales descarbonatados y por la sustitución de combustibles fósiles por combustibles derivados de residuos, muchos de ellos total o parcialmente biomasa y por tanto neutros en emisiones de CO2; las nuevas técnicas de captura y uso del CO2,—; hasta el efecto mitigador del hormigón durante su vida útil, mejorando la eficiencia energética de los edificios, así como otros beneficios inherentes de este material como la recarbonatación y la inercia térmica, entre otras muchas ventajas.
Durante el acto celebrado en el marco de la COP25 titulado “Cemento y hormigón: el camino hacia la neutralidad carbónica en 2050”, intervinieron el director general de CEMBUREAU (Asociación de productores de cemento de Europa), Koen Coppenholle; la directora de Cemento de la GCCA (Global Cement and Concrete Association), Claude Lorea; la directora de FICEM (Federación Inter-Americana del Cemento), María José García; y el presidente de Oficemen (Agrupación de fabricantes de cemento de España), Víctor García Brosa. El evento lo moderó el director general de Industria de la Pequeña y Mediana Empresa, del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Galo Gutiérrez.
El presidente de Oficemen, Víctor García Brosa destacó que “la innovación en la fabricación de nuevos cementos bajos en carbono y el uso de combustibles derivados de residuos, son dos de las palancas claves para lograr una reducción inmediata de las emisiones de CO2 de la industria cementera española. La tasa de reemplazo de combustibles fósiles por combustibles derivados de residuos en España es solo de un 27%, muy lejos de países como Austria, Alemania o Noruega con porcentajes superiores al 60%”.
En palabras del presidente de la GCCA, Benjamin Sporton, “desde la industria del cemento estamos llevando a cabo todas las acciones necesarias en materia de sostenibilidad para respaldar el esfuerzo global que requiere la mitigación y el impacto del cambio climático. En este foro que se ha celebrado hoy, hemos querido explorar más a fondo cómo podemos trabajar para alcanzar una industria neutra en carbono”.
Por su parte, el director general de CEMBUREAU, Koen Coppenholle, destacó que “desde la industria europea del cemento invitamos a las administraciones a acompañarnos en el proceso de descarbonización desde un enfoque holístico de la cadena de valor, como hemos presentado hoy aquí, teniendo en cuenta el papel crucial que puede llegar a jugar la industria cementera en la economía circular y en el desarrollo de proyectos de innovación que son fundamentales para reducir nuestras emisiones”.
También la directora de FICEM, María José García afirmó que “en Latinoamérica y Caribe, la industria del cemento está trabajando de forma colaborativa en la elaboración de diferentes hojas de ruta hacia una economía baja en carbono, adhiriéndose a las directrices globales de la industria del cemento”. García ha añadido también que “debido a la alta vulnerabilidad climática de la región, la industria cementera en Latinoamérica y Caribe focaliza sus esfuerzos en la adaptación, donde el hormigón es fundamental para contar con unas infraestructuras y edificios más seguros, sostenibles y resilientes”.
Por su parte, el director general de Industria de la Pequeña y Mediana Empresa, Galo Gutiérrez, concluyó el acto afirmando que “el cemento y el hormigón son esenciales para construir una sociedad moderna y sostenible”, al tiempo que agradeció la invitación a moderar el debate y “conocer de primera mano el compromiso de la industria cementera para reducir su huella de carbono y apoyar los esfuerzos globales para abordar el desafío del cambio climático”.