Representantes de los grandes consumidores de energía eléctrica firmaron el pasado 10 de septiembre el protocolo de intenciones para la creación de una central de compras. Empresas de los sectores cementero, químico, siderúrgico y metalúrgico se han agrupado con el fin de mitigar los efectos de la subida continuada de las tarifas de la energía eléctrica. Las últimas subidas aprobadas por el Gobierno han sido el detonante para acelerar la creación de esta central. Las industrias grandes consumidoras de energía, entre las que se encuentra la cementera, han tenido que asumir aumentos de cerca del 40% en menos de dos años.
El objetivo de esta unión es habilitar la compra de energía eléctrica, y propiciar un suministro a largo plazo que reproduzca en el mercado la estabilidad de las tarifas, para eliminar incertidumbres de futuro. De este modo, la central realizará la compra de energía a los proveedores y la venderá a sus socios en función de las necesidades y condiciones individuales. Tal y como explica el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, “buscamos unas condiciones razonables y estables que sean convenientes para las eléctricas y para nosotros, que somos predecibles en el consumo, y con esta central de compras queremos serlo más”.
La industria cementera se queja de las últimas subidas de la luz y manifiesta su malestar porque el Gobierno les traslade a ellos este incremento y no a los particulares. En opinión de Zaragoza “si nos hacen pagar estas subidas, perdemos competitividad” y añade que además “estamos optando por un sistema en energía que no es especialmente barato porque no incluye la energía nuclear y es la industria la que está pagando las subidas de los costes en lugar del consumidor doméstico”.
Zaragoza explicó que la competitividad se puede ver afectada debido al incremento de las tarifas de los dos últimos años y a la incertidumbre que genera el paso de tarifa a mercado.