La mayoría de los trabajadores de la industria cementera se encuentran satisfechos y consideran adecuados los aspectos psicosociales relacionados con el desempeño de su trabajo, según un estudio pionero en España sobre los factores psicosociales en el sector cementero, realizado por la Fundación CEMA y financiado por la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, que ha contado además con la colaboración de Oficemen, CCOO Construcción y Servicios, y MCA-UGT.
La realización de este estudio, realizado siguiendo el método F-PSICO 3.0, editado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), coincide además con la campaña europea 2014-2015 “Gestionemos el estrés”, puesta en marcha por la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el trabajo para sensibilizar sobre el creciente problema de los riesgos psicosociales e impulsar la gestión de dichos riesgos.
Los trastornos psicosociales son el segundo problema de salud más denunciado en Europa después de los musculoesqueléticos. Según la encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes (ESENER) de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el trabajo, las nuevas tecnologías y las cambiantes condiciones económicas y sociales hacen que el desempeño del puesto de trabajo esté sometido a constantes cambios, lo que puede agravar las situaciones de estrés. Los riesgos psicosociales pueden afectar además a la salud física, mental y emocional de los trabajadores, provocando problemas añadidos como absentismo, reducción de productividad e incluso elevar el riesgo de accidentes laborales.
Siete de los nueve factores analizados, adecuados según la mayoría del sector
Con el objetivo de localizar las fuentes de riesgo psicosocial más frecuentes en la industria del cemento y proponer así medidas preventivas específicas, el estudio ha analizado nueve factores de riesgo: el tiempo de trabajo; la variedad y contenido; el interés por el trabajador y la compensación; la carga de trabajo; la autonomía; las demandas psicológicas; la participación y la supervisión; el desempeño del rol, así como las relaciones y apoyo social.
Siete de ellos son considerados adecuados por un porcentaje mayoritario de los encuestados, cercano incluso al 100% en algunos casos. Así, las demandas psicológicas, que se refieren a la naturaleza de las distintas exigencias a las que se ha de hacer frente en el trabajo, son consideradas adecuadas por un 82% de los encuestados; la variedad y el contenido del trabajo, que comprende la sensación de que el trabajo tiene un significado y utilidad en sí mismo, así como la autonomía, rondan el 70%; mientras que las relaciones y el apoyo social, el tiempo de trabajo y el interés por el trabajador/compensación superan el 60%. El desempeño del rol ha sido considerado adecuado también por la mitad de los encuestados.
En el extremo opuesto, únicamente el factor de participación/supervisión fue considerado en niveles de riesgo muy elevado por la mayoría con un 61%. La carga de trabajo es el factor restante en el que la consideración de “adecuado” ha estado por debajo del 50%, aunque muy levemente.
Valoración positiva de la encuesta desde el sector
El director gerente de la Fundación CEMA, Dimas Vallina, resalta que “este estudio se ha realizado en un momento especialmente crítico para el sector cementero, que atraviesa la que sin duda es la mayor crisis de su historia, con un descenso en el consumo de cemento del 80% en los últimos seis años. Precisamente por este motivo, gracias a los resultados obtenidos y al éxito de participación de los trabajadores que ha respondido masivamente a la encuesta planteada, podemos valorar más positivamente aún la baja situación de riesgo psicosocial en el sector”.