El Índice de Demanda de Cemento (IDC) ha registrado un crecimiento interanual acumulado en el mes de mayo del 9,3%, lo que supone una caída de 1,2 puntos porcentuales con respecto a abril. Estos son los datos que recoge el último Barómetro del Cemento, indicador adelantado del consumo de cemento elaborado por el departamento de Estudios de Oficemen.
En valores absolutos, el Barómetro estima que en los últimos meses analizados (jun’17-may’18) se han consumido en España 12,8 millones de toneladas de cemento, 1,1 millones de toneladas más que en el mismo periodo del año anterior. Estos volúmenes mantienen la demanda anual de cemento en nuestro país en cifras similares a las que se registraban en 2013 y en la mitad de lo que sería un nivel normal de actividad.
La caída de las exportaciones se acelera
Como ya veníamos anunciando, el alto coste eléctrico, el resultado negativo de la subasta del servicio de interrumpibilidad y el alto precio de los derechos de emisión de CO2, siguen penalizando fuertemente la competitividad industrial de la industria cementera española frente a la producción en otros países con mejores costes.
Así, las exportaciones de cemento y clínker han acelerado su caída en el último período registrado (may’17-abr’18), pasando de perder un 7,3% en el acumulado anual de marzo al 8,5% en el de abril. El cemento de fabricación nacional encadena así un año completo de caídas.
Consumo de cemento por destinos finales
Por lo que respecta al consumo de cemento por destinos finales, según la última actualización del estudio Construdatos correspondiente al primer trimestre de 2018, el consumo en edificación continúa con el proceso de recuperación iniciado a mediados de 2015. En el período analizado, ha aumentado de forma significativa gracias, fundamentalmente, al crecimiento de la edificación residencial que, en términos de año móvil y al primer trimestre de 2018, registra un crecimiento del 22%, superando en volumen la cifra de 3 millones de toneladas, 550.000 toneladas más que en el período equivalente del año anterior.
La edificación no residencial ha mantenido también una evolución positiva pero no tan intensa como de la vivienda, con un crecimiento entre ambos períodos del 12% que le ha permitido alcanzar los 2,2 millones de toneladas de cemento consumidas.
La obra civil continua estable, con un peso del 52% en el mix y con el reparto del consumo por tipo de obra tan segmentado como en periodos anteriores. Así, las obras ferroviarias se sitúan en el 6%; las obras de urbanización, plazas y parques alcanzan el 18%; las canalizaciones también representan el 18%; y los aeropuertos el 2%. El resto de los porcentajes permanecen estables, con un 33% para carreteras y viales; un 15% para puertos, muelles y diques; un 1% para presas, embalses y pantanos, y el 7% restante para otras obras civiles.