La Comisión Europea emitió el pasado 26 de enero una comunicación sobre `Uso eficiente de los recursos naturales´ según la cual se espera que en el año 2050 la población mundial habrá aumentado en torno al 30% y, de forma muy significativa, en los países en desarrollo, lo que implica una presión añadida sobre los recursos naturales disponibles. En esta coyuntura, la utilización más eficiente de los recursos ayudará a Europa a alcanzar muchos de los objetivos ya fijados en distintas áreas (según la Estrategia Europa 2020) para el crecimiento y el empleo, y será un elemento clave para avanzar en la lucha contra el cambio climático y alcanzar el objetivo de reducir las emisiones comunitarias de gases de efecto invernadero entre un 80% y un 95% en 2050.
En la memoria de la Comisión se enumeran una serie de ejemplos sobre las mejores prácticas llevadas a cabo por sectores industriales en el ámbito de la eficiencia de los recursos, entre las cuales la Comisión destaca el co-procesado de residuos en la industria europea del cemento, práctica que reduce las emisiones de CO2, los costes energéticos y los residuos.
En España, la industria cementera utilizó en 2009 unas 476.000 toneladas de combustibles recuperados. Esto significa que los combustibles alternativos que se sustituyeron por combustibles fósiles tradicionales representaron un 11,9% del poder calorífico de los hornos de sus instalaciones, cifra muy inferior a otros países europeos con avanzada conciencia medioambiental como Alemania, Noruega, Suecia, Austria, Bélgica o Suiza, que sustituyen más del 40%. Al utilizar estos combustibles procedentes de residuos, se consiguió un ahorro energético de 223.600 toneladas equivalentes de petróleo, lo que representa el consumo energético anual de cerca de 312.000 hogares.