La cantera de Yepes-Ciruelos, que provee de materia prima a la fábrica de Lafarge en Villaluenga, del Grupo LafargeHolcim, fue el escenario para las prácticas de 20 alumnos y alumnas del Grado en Ciencias Ambientales y del Máster en Sostenibilidad Ambiental de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), realizadas en el marco del III Curso de Restauración Ecológica.
Con un total de 3.450 horas de formación práctica, el alumnado tuvo la oportunidad de estudiar las especies de plantas y los diferentes tipos de vegetación manchegos -con especial énfasis en la Mesa de Ocaña y los espacios naturales protegidos circundantes- sus relaciones con el clima (bioclimatología), su área de distribución geográfica (biogeografía), así como el papel que juegan en el ecosistema.
En lo que respecta a restauración ecológica, se elaboraron estrategias para aumentar la biodiversidad, realizado tareas de recogida, dispersión y germinación de semillas, reproducción por estaquillas, plantaciones, seguimiento de las tareas de restauración, desarrollo de programas de educación ambiental y divulgación de los resultados mediante organización de jornadas y creación de informes técnico-científicos.
Para Santiago Sardinero, profesor de la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica de la UCLM, “el plan de restauración de la fábrica de Villaluenga en su cantera de caliza y, concretamente, su programa de potenciación de la biodiversidad, han convertido a la cantera de Yepes-Ciruelos en todo un ejemplo de restauración ecológica de zonas semiáridas en el mundo y, por tanto, en un espacio de gran valor para la docencia, la investigación y la práctica”.
Este programa de formación, vinculado al convenio que la compañía tiene establecido con la Universidad de Castilla-La Mancha, se complementa con las actividades de educación ambiental que se desarrollan en el Centro de Interpretación de la Naturaleza “Mesa de Ocaña”, un espacio que pertenece a la Red de Equipamientos para la Educación Ambiental de Castilla-La Mancha, y que este curso ha recibido la visita de más de 400 alumnos de primaria y secundaria de la región.
La fábrica de Villaluenga lleva más de 10 años impulsando programas de educación ambiental con centros educativos y universidades, facilitando el desarrollo de actividades y talleres, y creando alianzas con expertos (universidades, ONGs y administraciones públicas) que se materializan en forma de convenios de colaboración, acuerdos de custodia o contratos que constituyen una vía de creación de empleo verde.