El crecimiento acumulado del consumo de cemento en los nueve primeros meses del año se ha situado en un 4,8%, lo que supone un retroceso de casi cuatro puntos frente al cierre del primer semestre, cuando crecía a un ritmo del 8,6%. La caída de la obra pública está frenando la recuperación que se atisbaba en julio y previsiblemente impedirá que el sector cumpla con sus previsiones de mejora para 2015.
A pesar de que en septiembre se han alcanzado valores positivos, con un crecimiento del 3,1%, -982.379 toneladas-, el frenazo en el consumo ya se está haciendo patente con una caída en el conjunto del tercer trimestre del 0,8%. El crecimiento en el consumo del mes de septiembre se ha revelado claramente insuficiente para compensar los malos resultados vividos en julio, mes en el que el sector volvió a caer un 5,5 %, tras siete meses de crecimiento continuado.
“Estamos asistiendo con mucha preocupación a un frenazo en el consumo de cemento. Después de un primer semestre en el que comenzamos a vislumbrar cierta recuperación, el panorama en los últimos tres meses es de caídas o crecimientos tan leves que van camino de llevarnos nuevamente a un estancamiento del sector en los niveles más bajos de su historia, alcanzados tras 6 años de abruptas caídas. La actual situación, desgraciadamente, nos trae a la memoria la vivida en el primer semestre de 2008, cuando nuestro sector se adelantó a otros indicadores económicos en el inicio de la recesión”, explica el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza.
Las expectativas para el último trimestre del año no son más halagüeñas. Según el informe Construdatos, el consumo de cemento asociado a la obra pública ha retrocedido en el primer semestre un 11% y es muy probable que la caída en el consumo global en el tercer trimestre se deba a un retroceso aún mayor de la obra pública, una tendencia que, desde Oficemen, no esperan que se revierta en los próximos meses, “más aún cuando los presupuestos del año 2016 no dan ningún margen a la esperanza. Tenemos que recordar, una vez más, que España se encuentra a la cola de Europa en el porcentaje del PIB destinado a inversión en obra pública y que continuamos siendo deficitarios en infraestructuras sociales, aquellas que con menor presupuesto benefician a un mayor porcentaje de la población”, añade Zaragoza.