La aplicación del principio universal de la fotocatálisis a la construcción y al diseño de las ciudades se materializa en una tecnología presente en el mercado desde hace veinte años, cuyos resultados ya han sido testados en diversas aplicaciones, desde vidrio y cerámica hasta pavimentos, fachadas y diversos materiales de construcción que tienen efectos autolimpiantes y descontaminantes.
En España, el primer edificio fotocatalítico realizado con i.active fue la Hermandad de la Veracruz en Campillos (Málaga); posteriormente la Iglesia de Riberas de Loiola (San Sebastián), obra del prestigioso arquitecto Rafael Moneo, el edificio Zuatzu en San Sebastián o una vivienda unifamiliar de Motril, son algunas de las construcciones destacadas que FYM-Italcementi Group ha realizado con estos productos. Las actuaciones ejecutadas confirman una reducción de la contaminación atmosférica entre el 20% y el 80%, según la extensión de la superficie cubierta.
¿Cómo funcionan los materiales fotocatalíticos?
Los productos fotocatalíticos actúan contra la contaminación, la suciedad, las bacterias y los malos olores. La fotocatálisis es un proceso natural en el cual una sustancia, el fotocatalizador, usa la luz natural o artificial para activar el proceso de oxidación y de este modo, las sustancias orgánicas e inorgánicas se transforman en compuestos inocuos. Mediante esta acción combinada de la luz y del efecto fotocatalítico del principio activo presente en los productos i.active, se acelera la descomposición de los contaminantes.
Un catalizador es un compuesto químico que favorece las reacciones de autolimpieza y descontaminación, sin consumirse ni agotar sus prestaciones, por lo que, incorporado en el cemento i.active y con el adecuado mantenimiento, sus efectos son permanentes.
Además, estos productos también provocan la degradación del material orgánico e inorgánico depositado sobre la superficie de hormigones y morteros. Esto hace posible mantener el aspecto original de las edificaciones, incluso tras una exposición prolongada al entorno, conservando así las condiciones estéticas iniciales, mediante su efecto autolimpiante.
Los elementos prefabricados de hormigón, fabricados con los cementos i.active, contienen el principio activo TX Active® en su masa, y no solo en su superficie; gracias a esta característica, al ser erosionados en el trascurso natural de su vida, no disminuyen su capacidad de descontaminación y no emiten compuestos químicos perjudiciales para la salud humana.
Italcementi Group ha realizado ensayos de validación, en colaboración con prestigiosas universidades y centros de investigación europeos. , entre los que cabe mencionar la Universidad de Ferrara, el Centro Común de Investigación de Ispra, la Universidad de Atenas, el Centro Técnico del Grupo Italcementi (CTG) y el Instituto Eduardo Torroja en Madrid.