Trabajadores de Cementos Cosmos, acompañados por sus familiares, han participado en una actividad de limpieza del entorno del Lago Azul. La iniciativa, surgida de la colaboración entre la ONG Gea y la cementera, contó con la intervención de unos 30 voluntarios que aportaron su tiempo y esfuerzos para mejorar un espacio de gran valor ecológico situado en los terrenos de la empresa.
El Lago Azul, llamado popularmente así por el color turquesa de sus aguas, se formó hace varias décadas en una zona restaurada de la cantera que se había dejado de explotar. En la actualidad, con una extensión de 12 hectáreas, cuenta con agua todo el año debido a que se encuentra por debajo del nivel freático y a las aportaciones de escorrentía de los arroyos próximos durante el invierno.
Pese a su elevado valor ecológico y paisajístico, en algunas partes de la charca se encuentran desperdicios que abandonan los visitantes furtivos, aunque el acceso a la zona está restringido por motivos de seguridad y de protección ambiental. “Cementos Cosmos está muy agradecida a la ONG por su apoyo en el mantenimiento y reivindicación de un bien natural en cuya conservación estamos muy comprometidos”, ha afirmado José de la Vega, director de la cementera.