El sector del hormigón preparado en España está sufriendo con especial virulencia la crisis económica, tal y como demuestra la caída de la producción en 2010, una más en los últimos años. En concreto, la producción fue de 39.096.542 m3, un 20,32% menos que en 2009. Habría que remontarse a finales de los años noventa del siglo XX para encontrar cifras de producción similares. La facturación del sector, que da empleo a unos 16.000 trabajadores, fue de unos 2.350 millones de euros en 2010. Destacar que, desgraciadamente, el sector ha perdido más de 10.000 empleos en los últimos años.
“Hemos reducido la producción de hormigón a más de la mitad en unos pocos años, lo que desgraciadamente se ha traducido en pérdida de empleo y cierre de plantas y de empresas”, afirma el director general de la Asociación nacional española de fabricantes de hormigón preparado, Anefhop, Javier Martínez de Eulate. “Pensamos que las administraciones públicas deben centrar sus inversiones en actividades productivas. Creemos que se pueden estudiar medidas, que dado el efecto multiplicativo de la Construcción, podrían aliviar el paro y compensar los gastos con los beneficios que se obtienen de esas inversiones”, añade.
El hormigón frente a la crisis
La industria del hormigón preparado ha continuado cayendo durante 2011, “y no sabemos cuándo cambiará la tendencia”, apunta Eulate. Desde Anefhop se proponen algunas medidas para que el sector frene su caída y vuelva a tasas positivas de crecimiento como apostar por la construcción de infraestructuras para continuar el desarrollo de España.
Otra de las propuestas planteadas por Anefhop para hacer frente a la crisis es el uso del hormigón en la construcción de las nuevas carreteras, por diferentes razones: son más eficientes y durables y permiten ahorrar combustible (un 6,7% menos de combustible cuando circulan sobre carreteras de hormigón). Además con los actuales precios del petróleo, el comparativo de coste de construcción entre ambas soluciones se aproxima sensiblemente al tiempo que se reduce la dependencia exterior estratégica de España al emplear materias primas nacionales.