Cuando una explotación minera se gestiona correctamente, hace sostenible el aprovechamiento de los recursos minerales con su entorno natural y permite reconstruir y crear hábitats que pueden favorecer la biodiversidad local y territorial y potenciar, al mismo tiempo, las poblaciones de especies protegidas. Además, la industria extractiva fomenta el desarrollo social y económico de las regiones donde opera, han coincidido en afirmar los expertos reunidos en el marco de la jornada “Compatibilidad de la industria extractiva y la Red Natura 2000”, celebrada el pasado 24 de junio en Pamplona.
La jornada, organizada por los principales agentes del sector extractivo, que ha contado con una conferencia inaugural a cargo del director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja Crespo, ha girado en torno a la normativa aplicable en los proyectos extractivos, la compatibilización de la creación de valor minero-industrial y la preservación del medio natural; así como en la necesidad de aportar desarrollo económico y social en los entornos rurales en los que se localizan las explotaciones extractivas.
Durante su intervención, Daniel Calleja destacó que “no debemos considerar a la actividad industrial en relación al medio ambiente como un problema, sino como una oportunidad”. El director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea también ha hecho hincapié en que “el sector extractivo juega un papel estratégico en Europa y tiene un gran potencial para contribuir positivamente al concepto de economía circular y a la conservación de la naturaleza a través de la ejecución de los proyectos adecuados”.
Daniel Calleja ha continuado su intervención añadiendo que “la Red Natura es la mayor red coordinada de áreas protegidas del mundo. Existen 27.000 espacios protegidos en Europa, lo que supone el 18% de su superficie terrestre y el 6% de la superficie marina. Y España concretamente es el país que más espacio aporta a esta red con 200.000 km2. Pero la Red Natura 2000 no solamente es un patrimonio natural sino que cumple una misión social importantísima. Y tenemos que conseguir que la Red Natura 2000 sea una red flexible, que puede albergar proyectos siempre que se sometan a una evaluación adecuada”.
En el transcurso de las mesas redondas quedó patente que la industria extractiva se encuentra inmersa en un proceso continuo de desarrollo y de mejora de las prácticas encaminadas a compatibilizar las actividades productivas con la protección del medio ambiente y la biodiversidad. Prueba de ello es que existen numerosos proyectos conjuntos llevados a cabo entre grupos ecologistas y la industria extractiva.
Durante la jornada intervinieron también, el director Departamento de Derecho Administrativo de Arpa Abogados y Consultores, Juan Torres; el Vicepresidente de la Comisión de Industria y Energía de CEOE, Aniceto Zaragoza; el director del Servicio Jurídico de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio del Gobierno de Navarra, Félix Armendáriz Martínez; el jefe de la Unidad de Materias Primas, Metales e Industrias Forestales de la Comisión Europea, Mattia Pellegrini; la directora de Comunicación de la Asociación Europea de Fabricantes de Cemento, Cembureau, Jessica Johnson; el secretario general de COMINROC, César Luaces; el secretario del Fondo Navarro para la Protección del Medio Natural, Toño Munilla; el presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, José Antonio Sarría; el director del Servicio de Asistencia Jurídica y Administrativa del Gobierno de Navarra; Miguel Ángel Pérez; la jefe del Área de la Dirección General de Política Energética y Minas del MINETUR, Carmen Marchán; la secretaria general de AINDEX; Emma López; y el secretario Sectorial Minero de UGT-FICA, Víctor Fernández.
La clausura del acto corrió a cargo del vicepresidente de Desarrollo Económico del Gobierno de Navarra, Manu Ayerdi, que ha destacado que “el sector de la minería es un actor protagonista en el desarrollo económico de la región, que cuenta con 75 minas y 381 empleos directos. En 2015, la producción de la actividad minera se ha reducido a más de la mitad”. Ayerdi ha añadido también que “los recursos minerales son finitos y que es más acertado utilizar el adjetivo racional para definir la buena práctica minera. Racionalidad, que incluyendo todos los factores, también el medioambiental, se debe plasmar en el proyecto minero. Todos juntos debemos buscar desde nuestro ámbito, las condiciones para que el abastecimiento de las materias primas minerales se haga desde la razón y la racionalidad”.