El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha desestimado el recurso interpuesto por Ecologistas en Acción y la Confederación Sindical de Comisiones Obreras del País Valenciano (CC.OO.-PV) interpuesto contra la Declaración de Interés Comunitario (DIC) concedida a Cemex para la construcción de una planta de secado de lodos de depuradora en las instalaciones de su fábrica de Alicante.
En el mencionado recurso, Ecologistas en Acción y CC.OO. pretendían paralizar el proyecto de la planta de secado de lodos, alegando que la actividad, el tratamiento y el racional uso que se iba a hacer del territorio con este proyecto eran contrarios a la normativa vigente. La Justicia ha fallado en contra de sus pretensiones y ha manifestado que todas las alegaciones relativas al recurso contencioso administrativo carecen de fundamento y, por lo tanto, han sido desestimadas.
Nuevamente, la Justicia falla a favor de la multinacional en el segundo recurso que Ecologistas en Acción interpone contra la compañía, poniendo de manifiesto la oposición permanente de este grupo ecologista a cualquier iniciativa de la empresa cementera. El primero de ellos fue en 2007, año en que el grupo ecologista recurrió la Autorización Ambiental Integrada (AAI), concedida por las autoridades medioambientales de Castilla-La Mancha para la fábrica de la empresa situada en Yepes (Toledo). Dicho recurso fue igualmente considerado por la Justicia por idénticos motivos por los que se ha desestimado en esta ocasión: falta de fundamento en sus alegaciones, además de dejar constancia en aquella sentencia que no se habían probado ninguna de las alegaciones de los demandantes.
Una instalación que permitirá combatir el cambio climático
La planta de secado de lodos, que está previsto entre en funcionamiento en el último trimestre de 2010, aprovechará el calor residual que produce el horno para secar los fangos procedentes de las depuradoras de Monte Orgegia y Rincón de León (Alicante), así como cualquier otra EDAR pública de la Comunidad Valenciana. Tendrá capacidad para secar anualmente 60.000 toneladas de lodos y cuando esté terminada se habrá invertido en ella 12,5 millones de euros.
Su puesta en marcha permitirá, por un lado, reducir emisiones de gases de efecto invernadero, mediante el uso de lodos secos como combustible, para el que no ha sido necesario invertir energía en su secado. Y por otro, reducir el vertido de aquellos fangos que no pueden ser utilizados como abono en la agricultura y que mediante la valorización energética se consigue convertirlos en combustible, sin necesidad de invertir en su proceso de transformación.