El pasado 31 de mayo, el consejero delegado de Cementos Molins, Julio Rodríguez, participó en la segunda jornada de la Reunión del Círculo de Economía de Sitges, donde afirmó que la digitalización ha irrumpido también en el sector cementero, donde en la próxima década se verán innovaciones como la impresión 3D de hormigón o la incorporación de sensores inteligentes en el mortero.
Durante su intervención, Rodríguez destacó que un negocio tan industrial y tradicional como el cementero no se quiere quedar al margen de la digitalización y las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.
Así, señaló que en Cementos Molins, son conscientes de las ventajas que ofrecen ya tecnologías como la inteligencia artificial (IA), que permite un mantenimiento predictivo de las fábricas de cemento, puesto que ahora «casi todo se puede medir, controlar y detectar, y esas informaciones se pueden centralizar».
En los próximos años, sin embargo, surgirán o se extenderá el uso de otras tecnologías que pueden propiciar un cambio de modelo del sector.
Rodríguez citó, por ejemplo, la creación de impresoras 3D de hormigón, que agilizarán los procesos constructivos, o la implantación generalizada de los vehículos eléctricos en la cadena logística.
El directivo también indicó que en un plazo de unos diez años el cemento y el hormigón serán también inteligentes gracias a la aplicación masiva de la sensorización.»Por ejemplo, podremos incorporar sensores que permitirán medir mejor el tiempo de fraguado de las instalaciones explicó Rodríguez, quien apostó por el uso de nanotubos de carbono integrados como aditivos en el hormigón, lo que permitirá no sólo multiplicar por cincuenta su resistencia, sino que también, al ser elementos autosensitivos, podrán informar del estado de la estructura.
Julio Rodríguez, exdirectivo de Schneider Electric, compartió sesión con el responsable de la transformación digital de Seat, Fabian Simmer; el ejecutivo de KPMG Dieter Becker y el presidente de Eurecat, Xavier Torra, que ejerció de moderador.