Cementos Molins ha dado a conocer los resultados anuales del 2022, ejercicio marcado por un entorno global de desaceleración del crecimiento económico, fuerte inflación de costes, especialmente en España, y tensiones en la cadena de suministro. A pesar de este entorno, Cementos Molins ha vuelto a registrar unos sólidos resultados, superando con un año de antelación los objetivos fijados en el plan estratégico 2020-2023.
Las ventas de Cementos Molins han ascendido a 1.268 millones de euros, lo que representa un incremento del 31% respecto al año anterior, impulsadas por incrementos de las ventas en todos los negocios y por la destacada aportación de las adquisiciones realizadas durante el 2021. En términos comparables las ventas aumentaron un 18%.
El EBITDA ha alcanzado 276 millones de euros, un 14% superior al año anterior. Esta mejora de resultados se basa principalmente en la mayor aportación de los negocios en Sudamérica y Asia, y la contribución de las adquisiciones. El fuerte impacto negativo de la inflación de costes ha sido mitigado parcialmente con aumentos de precios y con la contribución de los planes de eficiencia operativa. En términos comparables, el EBITDA ha aumentado un 11%. El menor peso del negocio cemento en el porfolio tras las adquisiciones realizadas y la importante inflación de costes han erosionado los márgenes, situándose el margen EBITDA anual en el 21,8%, 3,2 puntos por debajo del año anterior.
El beneficio neto de Cementos Molins ha sido de 112 millones de euros, un 7% superior al año anterior, a pesar del fuerte impacto del ajuste por hiperinflación en Argentina durante el cuarto trimestre. La tasa fiscal efectiva en 2022 sin hiperinflación ha sido del 28%, contribuyendo a la generación de bienestar y riqueza en las comunidades en las que la compañía tiene presencia.
Por lo que respecta a la deuda financiera neta, durante el ejercicio 2022 disminuyó un 18% hasta 145 millones de euros, equivalente a un múltiplo de deuda financiera neta / EBITDA de solo 0,5 veces. Esta sólida situación financiera es una gran palanca para la ejecución de nuevas oportunidades de crecimiento y de las inversiones previstas en la hoja de ruta de sostenibilidad 2030.
“En 2022 hemos alcanzado una cifra récord tanto de ventas como de beneficios en un año muy difícil y con un entorno en cambio permanente; a pesar de ello, hemos podido demostrar nuevamente la fortaleza de nuestro modelo de negocio alcanzando los objetivos del plan estratégico 2020-23 con un año de antelación” explica Julio Rodríguez, consejero delegado de Cementos Molins. “Estos resultados son fruto del esfuerzo y el talento del equipo de Cementos Molins, y constituyen una inyección de energía para seguir trabajando en el objetivo prioritario: nuestra hoja de ruta de sostenibilidad 2030, agrega Rodríguez.
Un año del Sustainability Roadmap 2030
Al margen de los hitos económicos, el mes de febrero ha coincidido con el primer año del lanzamiento del Sustainability Roadmap 2030 de Cementos Molins. A lo largo de este ejercicio, la compañía ha avanzado en la ejecución de los distintos objetivos establecidos en materia de Seguridad y Salud, Cambio Climático y Energía, Economía Circular, Medio Ambiente y Naturaleza, y Responsabilidad Social Corporativa. A través de esta hoja de ruta, la compañía reducirá sus emisiones un 20% hasta 2030 con el compromiso final de suministrar hormigón neutro en carbono en 2050.
Mejora de la retribución al accionista
Por otro lado, el Consejo de Administración ha decidido proponer para su aprobación en la próxima Junta General de Accionistas un dividendo del ejercicio de 0,68 euros por acción, un 21% superior al del ejercicio anterior, que supone un pay-out del 40% y un yield del 3,9%. Considerando el dividendo a cuenta distribuido el pasado diciembre, el dividendo complementario sería de 0,35 euros por acción, que se distribuiría en julio de 2023 si la Junta así lo aprueba. Esta decisión se enmarca en la voluntad de Cementos Molins de mejorar la retribución de sus accionistas.