La presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha inaugurado una nueva planta cementera de la empresa Cementos Avellaneda, de la que controla el 61% el grupo catalán Cementos Molins, en la localidad bonaerense de Olavaria. Con una inversión total de 85 millones de dólares, la nueva fábrica tiene una capacidad máxima de producción de 2,5 millones de toneladas al año, convirtiéndose así en la mayor del país sudamericano.

La ministra argentina de Industria, Débora Giorgi, destacó durante la ceremonia de inauguración cómo su nación “recibe inversiones en todos los sectores productivos y en todo el país; en este caso en el sector de materiales para la construcción”. Giorgi destacó además que tanto en ventas como en consumo per capita “el cemento marcó récords históricos en 2011: se produjeron 11,6 millones de toneladas y el consumo llegó a 275 kg/habitante, que equivalen a 5 sacos y medio por persona y año. Son 80 kilos más que hace 5 años”.