El pasado 28 de octubre se inauguró la IV Edición del Aula Konecta – UCM. Por cuarto año consecutivo, un grupo de alumnos con discapacidad intelectual de la Fundación Síndrome de Down de Madrid recibirá formación sobre nuevos conceptos en el manejo del ordenador y las nuevas tecnologías en un aula cedida por la Universidad Complutense. La finalidad de este proyecto es evitar que este colectivo pueda sufrir cualquier tipo de `infoexclusión´. Todo esto ha sido posible gracias al acuerdo entre la Fundación Konecta y la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor), en virtud del cual ambas instituciones financian este proyecto.
Al mismo tiempo, se favorece su integración gracias al entorno en el que se desarrolla la actividad y que permite a todos los alumnos del Aula Konecta–UCM tener a su disposición las instalaciones y servicios de la universidad (hemeroteca, biblioteca, etc.). Sin olvidar que este hecho facilita una mayor sensibilización y acercamiento hacia la discapacidad por parte de los profesores y alumnos de la universidad.
A la inauguración del curso, que tuvo lugar en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, asistieron representantes de todas las empresas e instituciones implicadas en el Proyecto TIC y estuvo presidida por la vicedecana de la Facultad de Educación de la UCM, Carmen Escribano; la catedrática de Psicología de la UCM, Luz Pérez Sánchez y la asesora del proyecto y directora general de la Fundación Konecta; Rosa Queipo de Llano; la presidenta de la FSDM, María Barón y la directora de Formación de Aenor, Susana Lozano.
El Aula Konecta–UCM se enmarca dentro del llamado Proyecto TIC, que la FSDM puso en marcha hace casi 11 años en colaboración con otras entidades, entre las que se encuentra la Fundación Konecta y que tiene por objetivo acercar las tecnologías de la información y las comunicaciones a personas con discapacidad intelectual, fomentando la integración social de las mismas. Todo ello se realiza siguiendo una metodología específica de formación, que convierte al alumno en el principal agente del proceso de aprendizaje, a través de una enseñanza dinámica e interactiva.