Museum Cemento Rezola de Añorga, propiedad de Cementos Rezola-HeidelbergCement Group, con motivo de las Jornadas Europeas del Patrimonio, ha puesto en valor las instalaciones del antiguo “bolatoki” con distintas actividades lúdicas y formativas de las que han sido partícipes el alumnado de la ikastola del barrio.
En esta inicitiva del Consejo de Europa, con el apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa y la Comisión Europea, Museum Cemento Rezola ha contado con la colaboración de la Asociación de Bolos de Villabona, cuyos miembros han hecho partícipes a las alumnas y alumnos de Amassorrain ikastola de las características fundamentales del juego de los bolos y del entorno sociológico en el que el mismo se desarrollaba.
Museum Cemento Rezola ha acompañado esta actividad lúdico-educativa sobre el patrimonio del barrio con un conjunto de paneles informativos con textos y fotografías sobre la historia, distintos emplazamientos y actividades que se desarrollaban en el antiguo bolatoki y que permanecerán adornando las instalaciones deportivas durante las próximas dos semanas.
Las Jornadas Europeas del Patrimonio son una iniciativa que se celebran para establecer una conexión entre la ciudadanía y su patrimonio. Están concebidas como jornadas de puertas abiertas que han alcanzado un éxito sin precedentes en toda Europa. Más de 50 estados miembros toman parte en este gran acontecimiento de difusión del patrimonio.
A lo largo de la historia de Añorga, el “bolatoki” ha tenido siempre su lugar como espacio de ocio y de encuentro entre su vecindario. En el barrio se recuerdan varios emplazamientos de las instalaciones deportivas: el primero en Unanue Berri, después en Taberna Berri y otro, datado en 1907, al lado de la primera iglesia.
En 1949 el afamado pelotari Atano III estrenó el nuevo frontón de Añorga, que vino a sustituir al construido en 1926. Para aquella efemérides Cementos Rezola encargó al prestigioso ingeniero madrileño Eduardo Torroja la original cubierta laminar actual. En 1958 el mismo célebre autor proyectaría, también, el “bolatoki” tal y como se conoce hoy.