CEMEX, en su constante apuesta por reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, acaba de incorporar a su flota de vehículos dos camiones que funcionan con gas natural licuado (GNL). Estos vehículos, más sostenibles, utilizan un combustible que representa una alternativa al diésel, ya que genera un nivel inferior de emisiones a la atmósfera.
Aunque la mayor parte de vehículos que circulan por nuestras carreteras siguen utilizando carburantes fósiles, este tipo de vehículos se está abriendo paso poco a poco en diferentes sectores, incluido el industrial. Los dos nuevos camiones se unen a la actual flota de transporte terrestre de CEMEX, formada por casi 500 vehículos. Ambos camiones recorrerán más de 12.000 km al mes, realizando rutas estratégicas para la compañía en el territorio nacional, tanto abasteciendo a clientes como haciendo acopio de suministros para la fabricación de cemento.
Según ha explicado Víctor Tascón, director de Supply Chain, “nuestro objetivo en CEMEX es hacer nuestra flota de vehículos más sostenible y eficiente, contribuyendo desde esta área de negocio a la estrategia de descarbonización de la compañía, una iniciativa trasversal para toda la empresa”.
Con esta iniciativa, CEMEX incorpora prácticas sostenibles que se suman a la fabricación de productos bajos en emisiones de CO2 y a procesos de producción de menor impacto en el medioambiente. “Está de mostrado -añade Tascón- que a largo plazo los motores que utilizan GNL tienen una vida útil más prolongada y mayor tasa de rendimiento por kilómetro, lo que los hace una a su vez una opción más eficiente”. Siguiendo esta misma estrategia, la compañía también incorporó el año pasado a su flota cuatro Megatrucks que reemplazaron dos camiones tradicionales ahorrando así el consumo de más de 10.000 litros de diésel por mes y sus consiguientes emisiones. Estos 4 camiones hacen hoy el trabajo que antes realizaban 7 camiones.