Se ha abierto al tráfico la variante de Vallirana. Las obras que han supuesto una inversión de 175 millones de euros comenzaron en el 2004 para dar continuidad a la variante de Cervelló, inaugurada un año antes; pero quedaron paralizadas al año siguiente, tras el hundimiento de El Carmel.
Entonces se redefinió el proyecto por completo y no se reanudaron los trabajos hasta cuatro años después. Al poco, se pararon de nuevo, se reanudaron y se paralizaron otra vez en el 2011 hasta finales del 2014, momento en el que la obra estaba ejecutada en un 30%. La entonces ministra Ana Pastor la puso en su agenda y se siguió trabajando, aunque hasta el 2017 se dieron varios momentos de parálisis no reconocida.
A partir de 2018, cuando Teresa Cunillera fue nombrada delegada del Gobierno central –fijó la variante entre sus prioridades– las obras cogieron mayor ritmo. Además, la longitud del túnel, el hecho de que en gran parte discurra bajo trama urbana y que por él vayan a circular 19.000 vehículos diarios –con un tráfico elevado de pesados (T1)– ha obligado a construir una infraestructura con grandes medidas de seguridad.
Se han realizado pruebas exhaustivas del sistema de luces inteligentes del túnel que se adaptan también a la luminosidad exterior. Unas pruebas que se seguían desde el nuevo centro de control, también en Vallirana, lleno de pantallas, de servidores informáticos, al que llega información precisa del tramo gracias a múltiples sensores y de 40 cámaras inteligentes, tres de ellas termográficas.
El sistema detecta las incidencias (presencias de objetos, peatones, animales, coches parados, accidentes…) por sí mismo. El túnel cuenta además con 44 sistemas de ventilación y con tres galerías de evacuación, por la que pueden pasar varios camiones de bomberos, pero también acoger a decenas de conductores en caso de incendio: se presurizan.
La variante es un tramo de autovía de 3 kilómetros de longitud que incluye un tramo en túnel en dos tubos de dos carriles para cada sentido y de una longitud aproximada de 1.450 metros cada uno.
El firme de los dos túneles es un pavimento de hormigón armado continuo sin juntas transversales, construido en dos calles cada túnel. La estructura del firme está formada por el paquete de 15 cm de hormigón magro y 21 cm de hormigón armado continuo previsto en la Instrucción de firmes 6.1-IC del Ministerio de Fomento.
IECA ha asesorado a la Demarcación de Carreteras del Estado en Cataluña y a la constructora (FCC) en el proyecto ejecutivo y en la construcción del firme.