El consumo de cemento en España ha crecido en septiembre un 2,6%, situándose en 1.162.861 toneladas, casi 29.000 toneladas más que en el mismo mes de 2018, según los últimos datos publicados en la Estadística del Cemento.
Estos datos ofrecen un crecimiento acumulado en los nueve primeros meses del año de un 8,5%, con un consumo total cercano a los 11 millones de toneladas, 857.881 toneladas más que en el mismo período del año pasado. Hace tres meses, al cierre del primer semestre, el crecimiento acumulado ascendía a un 11,5%.
Por lo que respecta al balance interanual (octubre 2018 – septiembre 2019), el consumo sitúa su incremento en un 7,8%, lo que supone una desaceleración de 2,4 puntos porcentuales respecto al cierre del primer semestre, en junio.
28 meses de caída de las exportaciones y nuevo repunte de las importaciones
En lo referente al mercado exterior, las exportaciones encadenan ya 28 meses en números rojos, con una caída en septiembre del 2,7%, lo que supone una pérdida de 16.343 toneladas.
A pesar de que el descenso ha sido algo más moderado que en meses anteriores, en el acumulado anual, las ventas del cemento y clinker español en el extranjero caen un 21,2%, lo que supone una pérdida de 1,3 millones de toneladas en 9 meses. Además, a estos datos se suman el crecimiento de las importaciones, que rozaron las 50.000 toneladas en septiembre, un 87,5% más que en el mismo mes del pasado año.
En datos de año móvil, la caída de la exportación se sitúa en un 19%. Con esta variación, el conjunto de las exportaciones se sitúa en el año móvil en el entorno de los 6,8 millones de toneladas, mientras que hace solo un año se situaban en 8,4 millones. En total, en el último año (octubre 2018 – septiembre 2019) se han perdido 1,6 millones de toneladas en exportaciones, el equivalente a la producción anual media de 1,5 fábricas de cemento.
El coste eléctrico y el elevado precio de los derechos de emisión de CO2 continúan siendo los principales responsables del deterioro de la balanza comercial del cemento en los últimos meses.
“Conviene recordar los esfuerzos que está realizando la industria cementera para minimizar su impacto como ya reflejamos en nuestra hoja de ruta para la reducción de emisiones de carbono a 2050, en la que destacamos el importante papel que van a jugar las tecnologías de captura, transporte, almacenamiento y usos del CO2, conocidas como tecnologías CAUC en español, aliadas en el medio y largo plazo para lograr una reducción efectiva de las emisiones de proceso”, explica el presidente de Oficemen, Víctor García Brosa. “Un esfuerzo que, desgraciadamente, hoy por hoy no realizan muchos de nuestros competidores extracomunitarios”, finaliza.