El consumo de cemento en España ha caído de nuevo un 1,43% en agosto, situándose en 1.089.617 toneladas, 15.755 toneladas menos que en el mismo mes del pasado año, según los últimos datos de la Estadística del Cemento.
Además, en el acumulado del año (enero-agosto) el crecimiento se desacelera en 1,5 puntos porcentuales, pasando de un 10,8% en julio a un 9,3% al cierre de agosto. En valores absolutos, el consumo en los ocho primeros meses del año se sitúa en 9.749.344 toneladas, 830.450 toneladas más que en los mismos meses del 2018.
Por lo que respecta a las cifras del año móvil (sep’18-ago’19), el crecimiento del consumo se sitúa en un 8,3%, con un volumen total en los últimos doce meses de 14,28 millones de toneladas, 1,09 millones de toneladas más que en el mismo periodo del año móvil anterior.
Las exportaciones caen por encima del millón de toneladas en lo que va de año
En lo referente al mercado exterior, las exportaciones se han reducido un 25% el pasado mes, encadenando ya 27 meses en números rojos.
En el acumulado del año, al cierre de agosto, se han perdido casi 1,3 millones de toneladas frente al mismo período del pasado año, lo que supone una caída del 23,4%. “Una cifra aún más llamativa, si tenemos en cuenta que las importaciones han crecido un 87,3% de enero a agosto, con 288.640 toneladas importadas más que el pasado año”, explica el presidente de Oficemen, Víctor García Brosa.
“De nuevo, a la práctica paralización del mercado doméstico se suma la pérdida de competitividad del sector respecto a fabricantes de otros países europeos, del norte de África o de Asia (Turquía en particular), donde cuentan con unos costes energéticos más bajos. Un hecho que ya no solo penaliza nuestras exportaciones, sino que ha abierto la puerta en los últimos meses a la entrada de productos procedentes de países extracomunitarios, donde no cuentan con una agenda de descarbonatación como la de la Unión Europea, y en los que no se penalizan fiscalmente las emisiones de CO2”, concluye García Brosa.