Las inversiones de Financiera y Minera en la fábrica de Málaga y en la planta de su participada Atlántica de Graneles y Moliendas, en el puerto de Bilbao, suponen un avance en el cumplimiento del Protocolo de Kyoto y de la protección del entorno. Así lo recoge la Memoria de Sostenibilidad de 2006 que acaba de publicar la compañía, a la que pertenecen Cementos Goliat, Cementos Rezola, Compañía General de Canteras, Hormigones y Minas, Hormisur, Ventore, aparte de sus participadas CAPA y Atlántica de Graneles y Moliendas. De esta forma, Financiera y Minera responde a su compromiso suscrito de transparencia y comunicación con su entorno social.
La mejora técnica de la fábrica de Málaga supone el establecimiento de una línea de producción, construida por la ingeniería china CBMI, de 3.300 toneladas de clínker/día con enfriador de parrilla de tecnología Claudius Peters, que sustituirá a las dos líneas actuales con la misma capacidad de producción total, pero con un consumo de energía un 18% menor.
El proyecto dará lugar a un espacio productivo perfectamente integrado en su entorno, para lo que se está llevando a cabo una reforestación de los alrededores a la que seguirá una remodelación arquitectónica de las instalaciones ya existentes.
Por otro lado, su participación en la planta de Atlántica de Graneles y Moliendas, que comparte al 50% con Cementos Lemona, es una de las piezas claves en las actuaciones de Financiera y Minera para cumplir las exigencias del Protocolo de Kyoto y contribuir a la Estrategia Ambiental Vasca de Desarrollo Sostenible (2002-2020).
Esta fábrica se dedica a la molienda de escoria granulada que se valoriza como materia prima en el proceso de fabricación de cemento con una importante reducción en las emisiones de CO2.
La apuesta por la seguridad laboral también se tiene en cuenta en la Memoria, ya que es un eje estratégico de Financiera y Minera. En ella se recogen todos los logros que se han realizado a lo largo del año en todos los centros de trabajo.