El fuerte crecimiento económico de España ha provocado un aumento en la cantidad de residuos generados y el vertedero, en muchas ocasiones incontrolado, es el sistema de tratamiento más extendido frente a otras opciones más sostenibles. Según un estudio en 7 países europeos encargado por la Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente, España lidera el ranking de vertidos.
En el año 2004, del total de residuos generados por cada categoría se vertieron en España cantidades ingentes de residuos sólidos urbanos (52%), envases (47%) y neumáticos (50%). Mientras, por ejemplo, en Alemania el porcentaje de neumáticos fuera de uso depositados en vertederos en el mismo año apenas llegó al 6% y en el resto de países objeto de estudio no se depositaron. Respecto a los envases, con la excepción de Francia que vertió el 38,5% de los generados como residuo (aún así, por debajo de las cifras de España) todos los países analizados arrojan cifras muy bajas de vertido en claro contraste con nuestro país.
Los vertederos son responsables del 3% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa y de cerca del 2% en España. Entre 1990 y 2005 las emisiones procedentes de vertederos de residuos sólidos urbanos en España aumentaron en un 102%, mientras que en Alemania y Bélgica disminuyeron un 71% y 69%, respectivamente.
Según datos de la Comisión Europea correspondientes al periodo 2001-2003 España se encuentra a la cola de Europa en métodos sostenibles de gestión de residuos y en cumplimiento de legislación.
Todos los países de la Unión Europea objeto del estudio (Austria, Bélgica, Francia, Alemania y Holanda) excepto España, han cumplido ya hace años el objetivo marcado por la Directiva Europea de reducir el vertido de residuos municipales biodegradables al 35% en 2016, respecto a los niveles de 1995. España, en el año 2004, aumentó la generación de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) un 52% respecto a ese año de referencia.
Otra de las conclusiones puestas de manifiesto hoy en la presentación del estudio, que ha contado con la participación de la consejera de Medio Ambiente de la representación permanente de España ante la Unión Europea, Pilar García Doñoro, es que la valorización energética de los residuos (sustitución de combustibles fósiles como el coque de petróleo por residuos con alto poder calorífico) es una operación que se realiza con todas las garantías ambientales y de protección de la seguridad y salud de los trabajadores y que apenas está implantada en España. La industria cementera está llamada a jugar un papel importante en este ámbito.
La comparación de la tasa de sustitución de combustibles fósiles por residuos en la industria cementera, entre nuestro país y el resto de los miembros de la UE resulta elocuente. Mientras dicha tasa sólo alcanzó un 4% en España, en Francia fue 34%, en Bélgica 40%, en Alemania 42%, en Suiza 47%, en Austria 51% y en Holanda 79%. Estos datos de países de nuestro entorno demuestran que existe un gran potencial de la industria cementera española para valorizar residuos que no está siendo aprovechado.
El coste de vertido de residuos en España es uno de los más bajos de la UE. Si a esto le añadimos ciertas prácticas consolidadas (no imputar costes fundamentales como la adquisición de terrenos para vertederos o la clausura de los mismos), resulta evidente que se desincentivan otras vías alternativas más sostenibles como el reciclaje o la valorización.
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