Pedro Duque, primer astronauta español en subir al espacio, explicó en la IV Jornada “Sostenibilidad e Innovación en Infraestructuras y Construcción” de Cementos Rezola, empresa perteneciente al grupo Financiera y Minera, que es partidario de «la cooperación internacional» en las misiones espaciales al planeta Marte. Al respecto añadió que en ellas «buscamos encontrar respuestas a la pregunta de quiénes somos y, quien sabe, si a la de dónde venimos«.
En opinión de Pedro Duque, que en la actualidad ocupa el cargo de director general de la empresa Deimos Imaging, «la ingeniería espacial, y los satélites de observación de la tierra en particular, jugarán en un futuro muy cercano una labor fundamental para contribuir al uso sostenible de los recursos naturales del planeta«.
Además, afirmó que «hemos entrado en una tercera generación de satélites. Tras los empleados en comunicación y en navegación ha llegado el turno de los de observación de la tierra«. Según sus palabras, esta nueva tecnología es de gran utilidad para el desarrollo sostenible al registrar, por ejemplo, el estado de la vegetación y los bosques, la fijación del carbono en la tierra o el nivel de contaminación de las aguas.
En la Jornada de Cementos Rezola intervino también el profesor Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación para una Cultura de Paz, que disertó sobre la necesidad del desarrollo sostenible humano para buscar una reconciliación con el planeta y, sobre todo, con sus habitantes.
Mayor Zaragoza, exdirector general de la UNESCO, afirmó que todos los seres humanos son «únicos e irrepetibles, por lo que son el monumento más perfecto«. A su juicio los valores más fundamentales de los derechos humanos (justicia, libertad, igualdad y solidaridad) son los que deben guiar la conducta humana y posibilitar su desarrollo integral.
También destacó que el hombre nunca se ha preparado para la paz, sino para la guerra. Sin embargo, la violencia genera la destrucción, en pocos minutos, del desarrollo, las infraestructuras y la sostenibilidad. En este sentido, estimó que la situación actual de conflictividad mundial se explica por los problemas de convivencia desde el punto de vista social, cultural, económico y medioambiental. Sin embargo, el presidente de la Fundación para una Cultura de Paz aseguró que “la diversidad es la principal riqueza, al posibilitar la generación de descubrimientos, invenciones, etc”.
Igualmente, explicó que «es necesario la participación de los ciudadanos en la democracia para cambiar el mundo hacia un escenario de paz y libertad«. En este sentido, subrayó la iniciativa puesta en marcha los últimos años para agrupar a los investigadores de la Unión Europea, un colectivo de 1.200.000 profesionales, que en asociación con los intereses empresariales y junto con la financiación pública del VII Programa Marco 2007-2013, «posibilitará el desarrollo de proyectos innovadores para el desarrollo sostenible, siendo uno de los primeros ejes de actuación el diseño de nuevos materiales«.