A los españoles les preocupa el cambio climático. Saben que la mayor o menor cantidad de energía que utilizan afecta directamente al clima pero, sin embargo, desconocen las soluciones tecnológicas que pueden ayudarles a reducir su factura energética. Ésta sería la conclusión principal del último informe sobre Eficiencia Energética realizado por LogicaCMG a más de 10.000 consumidores de diez países europeos, entre ellos España.
Un 94% de los consumidores españoles se confesaron preocupados por el cambio climático y un 79% reconoció que el consumo de energía que realiza afecta al mismo. Igualmente, un 73% cree que le resultaría de utilidad obtener información en cualquier momento sobre su consumo de energía doméstico y un 63% se declaró preparado para reducir sus demandas de energía si fueran más conscientes de su consumo.
España es el primer país europeo en dar valor a las cuestiones medioambientales derivadas del comportamiento eficiente del uso energético. Casi la mitad de los españoles (42%) colocan en un segundo plano los ahorros financieros que pudieran derivar para su bolsillo. Cabe destacar que el enfoque medioambiental es relativamente más importante entre los encuestados más jóvenes (48%) y aquellos con un mayor nivel adquisitivo (48%, también). Los otros países europeos más preocupados por el impacto medioambiental son Alemania y Dinamarca.
Si tenemos en cuenta las posibilidades de ahorro, los encuestados españoles estiman que podrían ahorrar un 20% de su factura energética si adoptaran comportamientos orientados al consumo eficiente de energía, un porcentaje ligeramente menor que la media europea del 22%. Se aprecia, por otro lado, bastante incertidumbre entre los encuestados de mayor edad: un 50% de los mayores de 65 años no supieron evaluar el nivel de ahorro que podrían alcanzar en sus hogares.
¿Por qué no se reduce el consumo energético?
Al respecto de los obstáculos que encuentran los españoles para reducir su consumo energético, un 88% de los encuestados indicó la falta de incentivos por parte del gobierno como principal motivo y muy por encima de cualquier otra razón en el resto de los países europeos. La mayoría de los encuestados (64%) señala también que la inversión inicial requerida -como el aislamiento térmico o el doble cristal- es demasiado alta o que no son conscientes de la energía que utilizan (62%).
Un 51% de los encuestados -un índice algo menor que la media europea- señala que ya hacen lo suficiente para limitar su consumo energético. Además, se aprecia un cierto grado de apatía, ya que España recoge los mayores índices de adhesión a las siguientes razones para no hacer más en limitar su consumo energético: “Lo que haga una persona no puede cambiar nada” (36%) o “Nunca he pensado sobre eso” (28%). En ambos casos el porcentaje se acentúa a medida que aumenta la edad o la falta de poder adquisitivo. Por último, y curiosamente, un 31% señaló no saber por dónde empezar debido al exceso de información disponible.
Información para ahorrar energía
A la pregunta de a qué fuentes acudiría para obtener información sobre el ahorro energético, los consumidores españoles señalaron su preferencia por un organismo o agencia especializados en ahorro energético (82%). Otras fuentes posibles serían el regulador o las propias compañías energéticas, aunque también se apunta a ONGs.
El único recurso que los consumidores españoles elegirían en menor medida con respecto a otros países es la búsqueda en Internet o el asesoramiento telefónico.