Así se recoge en el documento que ha presentado la Agrupación de Fabricantes de Cemento de Europa (Cembureau), “Construyendo un futuro con cemento y hormigón. Adaptación al cambio climático mediante la construcción sostenible”, donde se ponen de manifiesto los beneficios que aporta el hormigón en la construcción de infraestructuras y en la edificación.
Sobre este informe, el Director Ejecutivo de Cembureau, Jean-Marie Chandelle, comentó que “el hormigón y los materiales base cemento jugarán un papel clave para ayudar a la sociedad a adaptarse y afrontar los impactos del cambio climático”. Además, señaló que “los productos de hormigón ayudan a combatir y prevenir las consecuencias del cambio climático, protegiendo a las personas, las propiedades y el medio ambiente”.
A consecuencia del cambio climático, los expertos predicen un incremento en la aparición de fenómenos naturales extremos tales como inundaciones, avance del nivel del mar y desastres naturales. Por este motivo, la construcción de edificios e infraestructuras seguras es un objetivo prioritario de Cembureau, que pone a disposición de todos los agentes implicados una herramienta de trabajo, al tiempo que ha realizado una serie de peticiones dirigidas a la UE, solicitando que:
– Asegure que los nuevos edificios e infraestructuras satisfacen las demandas del cambio climático,
– Estudie todos los aspectos económicos y sociales del cambio climático, para construir un futuro,
– Conciba los fenómenos medioambientales y energéticos en los edificios e infraestructuras de modo global, analizando su ciclo de vida,
– Recoja en la normativa de construcción los beneficios de la durabilidad así como la eficiencia energética, en el contexto del cambio climático.
El hormigón ofrece protección contra el fuego y las inundaciones proporcionando seguridad a los ciudadanos, las propiedades y el medio ambiente. Además juega un papel fundamental para garantizar necesidades básicas como el suministro de agua potable y energía. Cuanto más robustos se construyan los hogares e infraestructuras menores serán las consecuencias sociales y el impacto medioambiental de los acontecimientos meteorológicos futuros.
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