El pasado 4 de noviembre se inauguró en la planta de Cemex en Lloseta (Palma de Mallorca) una nueva instalación para la trituración de biomasa. La nueva instalación permitirá sustituir mediante biomasa un 30% de combustible fósil y rebajará las emisiones de CO2 en unas 33.000 toneladas. La puesta en marcha de la trituradora, con un coste de 1,2 millones de euros, se enmarca dentro de la política medioambiental de la multinacional cementera.
La inauguración y puesta en marcha de la nueva instalación ha contado con la presencia del presidente del Govern de les Illes Balears, Francesc Antich, el consejero director general de Cemex en España, Joaquín Estrada, el alcalde del Ajuntament de Lloseta, Bernat Coll y el director de la fábrica de Lloseta, Ignacio Miranda entre otras autoridades y directivos de la compañía.
Este nuevo equipo permitirá transformar en combustible para los hornos de cemento materiales de desecho procedentes de podas agrícolas y forestales, paja, cereal, madera de embalajes, palets e incluso muebles y residuos de las fábricas de muebles y carpinterías. La iniciativa surgió a raíz de conocer la existencia de más de 13.000 toneladas de residuos de madera en las cercanías de la fábrica y las posibilidades de incrementar estas cantidades con residuos de madera procedentes de otras industrias de la isla.