Cementos Molins hizo públicos el pasado 29 de febrero sus resultados económicos correspondientes al ejercicio 2011. Así, el año pasado el EBITDA se situó en 154,2 millones de euros, cifra un 7% inferior a la del año anterior, siendo el resultado neto consolidado de 24,3 millones de euros, un 63% inferior al de 2010. Todo ello a pesar de que el resultado de las ventas consolidadas ha ascendido a 831 millones de euros, una cifra un 2,7 % superior a la del ejercicio anterior. De igual modo, durante 2011 se han destinando a inversiones 122 millones de euros.
Las sociedades internacionales de la multinacional se encuentran con mercados crecientes y entornos económicos positivos (Argentina, Uruguay y México), que junto con el reinicio de algunas operaciones (cantera en la India y fábrica de Bangladesh) y el efecto de la puesta en marcha de nuevas instalaciones (fábrica en Apazapan, México), contribuyendo de esta manera a que los resultados del Grupo hayan alcanzado cifras positivas. La excepción a esta situación en el contexto internacional se sitúa en Túnez, que se resiente de la inestabilidad política y social existente en la región del norte de África.
En el plano nacional, las sociedades que operan en España acusan de manera pronunciada la situación de los mercados, lo que lleva a una penalización importante en sus indicadores y en sus resultados. Esta situación se contrapone a la que viven las sociedades extranjeras de la multinacional que suponen el 74% de la cifra de negocios consolidada que, en euros, se incrementan un 16% respecto al ejercicio precedente.
Dentro de las inversiones llevadas a cabo destacan las llevadas a cabo en instalaciones para la valorización energética de combustibles alternativos para su utilización en la fábrica de Sant Vicenç dels Horts, Barcelona; la ampliación de la capacidad del horno de clínker de Olavarría, en Argentina; y los trabajos de construcción de la nueva fábrica de cemento portland de Kairouan (Túnez).