El director gerente de la Fundación Cema, Dimas Vallina, ha alertado sobre el derroche que supone enviar residuos que podrían ser aprovechables al vertedero durante una conferencia que ha impartido en la Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente (GENERA) 2013 sobre el valor de los residuos como combustible en la industria cementera. Además, ha hecho hincapié en los numerosos estudios científicos que avalan que el uso de residuos como combustibles no modifica las emisiones de las fábricas.
“Es imperdonable que en un momento de crisis como el actual estemos enviando energía a los vertederos. La valorización energética de residuos presenta ventajas desde la triple dimensión de la sostenibilidad porque, entre otros beneficios, reduce el consumo de fuentes energéticas no renovables, la cantidad de residuos depositados en los vertederos y recupera la energía contenida en los residuos”, ha afirmado Vallina.
Según los datos de EUROSTAT, en España casi un 60% de los residuos municipales van a vertedero mientras que en Alemania la cifra es de un 0,5%. En este sentido, el director gerente de la Fundación Cema alertó además sobre la situación de ilegalidad de una serie de vertederos españoles que no cumplen la Directiva sobre vertido de residuos tal y como ha denunciado la Comisión Europea en un escrito remitido al gobierno español hace unos días.
“Establecer limitaciones y prohibiciones al vertido de residuos no reciclables con alto poder calorífico, como por ejemplo hizo Alemania en el año 2005, trajo como consecuencia un incremento notable de los porcentajes de reciclado, así como un incremento muy significativo de los residuos valorizados por parte de la industria cementera alemana”, ha explicado Vallina.
Hasta el mes de septiembre, los combustibles procedentes de residuos ya suponen el 23,7% de la energía consumida por los hornos de las cementeras en nuestro país. Una cifra positiva, si tenemos en cuenta que en el año 2000 ni siquiera alcanzaba el 1%, pero aún muy alejada de otros países de nuestro entorno, como Alemania, Bélgica, Austria, Noruega u Holanda, con porcentajes entre el 50 y el 80%.
El director gerente ha hecho también hincapié en los numerosos estudios científicos de instituciones del máximo prestigio, tanto a nivel nacional como internacional, que avalan que el uso de residuos como combustibles no modifica las emisiones ni genera riesgos añadidos para la seguridad y salud de las personas.