Cementos Molins está en pleno proceso de desmantelamiento de sus antiguas instalaciones en Sant Vicenç Dels Horts (Baix Llobregat), en desuso desde 2010 tras casi medio siglo de actividad. Se trata de una de las iniciativas de este tipo de mayor envergadura en España, donde el desmontaje de industrias fabriles es una excepción.
La operación, en la que participa un equipo de unas 25 personas, representará una inversión superior a los dos millones de euros. Sin embargo, la iniciativa no es únicamente un exponente de la apuesta del grupo por la creación de bienestar y riqueza en el territorio, sino que también ejemplifica su envite hacia la economía circular. De hecho, hasta 25.000 toneladas de hormigón generadas en las tareas de desmontaje se reaprovecharán en el propio proceso de fabricación de cemento en la nueva fábrica, una de las más modernas de su sector en Europa. Se calcula que también se obtendrán unas cinco mil toneladas adicionales de chatarra que cobrarán una nueva vida tras su posterior traslado a fundiciones.
El proyecto de deconstrucción arrancó a principios de este año con la retirada de aquellos materiales que requerían de un tratamiento específico. Tras esta fase previa de actuación, en febrero arrancaron las tareas de desmantelamiento del horno 5 de portland. El proceso de derribo de esta instalación se completará con la retirada de los diversos elementos que la configuran, desde la chatarra hasta el hormigón pasando por el refractario. Hasta la fecha, se ha conseguido la retirada de 500 metros de tubería de fibrocemento de las galerías subterráneas.
Una vez finalizada esta fase, se pondrá en marcha el desmantelamiento de los otros dos hornos, el 4 y el 3. Posteriormente, será el turno del desmontaje de la torre de ciclones, los silos de crudo y las instalaciones auxiliares. Los trabajos, coordinados por la empresa navarra Erri-Berri -experimentada compañía del sector que ya se ha encargado, entre otros, de proyectos como el del estadio de Anoeta, en San Sebastián- avanzan a buen ritmo y las previsiones de calendario apuntan a culminar el conjunto de esta compleja labor de desmontaje, la más relevante actualmente impulsada por el tejido industrial catalán, en la primavera del año 2020.
Todas las operaciones del proceso de desmontaje se han planificado con rigor y precisión y se han dotado de tecnología punta y maquinaria especial aportadas por proveedores especializados. A lo largo de todas las fases del proceso permanecerán activas las medidas más estrictas para evitar la generación de polvo y garantizar el descanso de los vecinos.
A lo largo de su casi medio siglo de vida operativa, la antigua fábrica de Cementos Molins llegó a producir 42 millones de toneladas de cemento, una cantidad equiparable a lo necesario para la construcción de mil estadios como el del FC Barcelona o de 106.000 centros hospitalarios como el de Bellvitge. Desde estas instalaciones de Sant Vicenç dels Horts, que dieron empleo a trabajadores de hasta cuatro generaciones de una misma familia, se exportó a países como Egipto, Mauritania, Arabia Saudí o Nigeria.