CRECIMENTA 20·30 recoge 25 medidas que permiten impulsar la recuperación económica, incrementar la competitividad internacional, promover la independencia energética y generar empleo, todo ello ayudando además a la reducción del gasto público y, en definitiva, aportando valor añadido al conjunto de la sociedad.
Las propuestas de CRECIMENTA 20·30 contribuyen, en último extremo, a la creación de casi 7.000 empleos, al incremento del valor añadido bruto a la economía en más de 1.400 millones de euros anuales, al ahorro de 35 millones de euros al año en el mantenimiento de las carreteras, o a evitar pérdidas en la red de distribución de agua de hasta 22 millones de m3 anuales, entre otros.
La secretaria general de la CEOE, Ana Plaza, fue la encargada de iniciar el acto de presentación de CRECIMENTA 20·30, celebrado el pasado 26 de noviembre en la sede de la CEOE en Madrid. A continuación, el presidente de Oficemen, Jaime Ruiz de Haro, expuso las principales líneas maestras del plan. El análisis de los parámetros utilizados en su elaboración corrió a cargo del director de g-advisory -consultora del Grupo Garrigues que ha realizado el estudio-, Antonio Baena. Finalmente, el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, y la secretaria general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Begoña Cristeto, fueron los encargados de exponer el punto de vista de la administración ante la propuesta presentada por Oficemen.
“Este programa se ha desarrollado en línea con las previsiones de crecimiento proyectadas por el Gobierno y otros organismos internacionales y supone una firme apuesta en por la recuperación económica y la reindustrialización en España”, explicó el presidente de Oficemen, Jaime Ruiz de Haro.
Desde CEOE, su secretaria general, Ana Plaza, indicó que “apostamos por el peso de la industria y de la economía real. Ahora que hemos iniciado la senda de la recuperación necesitamos reformas y ajustes para consolidarla, lo que pasa por propuestas concretas. Planes como este son por tanto muy necesarios".
Por su parte, el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño,resaltó los últimos datos facilitados por la Comisión Europea que situaban España a la cabeza de las infraestructuras ferroviarias y añadió que “debemos mantener un ritmo de inversiones que nos permita seguir en esta posición”. Respecto a la utilización de pavimentos de hormigón en otras infraestructuras viarias, afirmó que “esperamos poderlos aplicar en nuevos tramos, ya que su durabilidad y reducido mantenimiento garantizan la rentabilidad futura de esas infraestructuras”.
Finalmente, la secretaria general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Begoña Cristeto, afirmó que CRECIMENTA 20·30 “es un plan sólido que estamos seguros va a conseguir la dinamización del sector y que se cumplan los retos. Con el apoyo de la administración, conseguiremos que se alcance la producción objetivo del plan y, a escala internacional, impulsar los factores necesarios para permitir a la industria cementera competir en igualdad de condiciones”.
Las medidas propuestas en el plan están basadas en dos ejes: dinamización de la demanda e incremento de la competitividad internacional. Por lo que respecta a la demanda, CRECIMENTA 20·30 plantea medidas basadas en la incorporación del hormigón a la construcción y rehabilitación de carreteras, vías ferroviarias, vías urbanas, edificación, infraestructuras del ciclo integral del agua y de gestión de residuos, entre otras.
Respecto a la competitividad internacional, CRECIMENTA 20·30 aboga por la reformulación de las tarifas de acceso eléctricas y del mecanismo de interrumpibilidad; el incremento de las bonificaciones asociadas al conjunto de las tasas portuarias; el apoyo a la utilización de residuos para su uso como combustible alternativo y materia prima sustitutiva en cementeras, evitando su depósito en vertederos; la flexibilización de los objetivos de reducción de CO2 marcados por Europa, y la reducción de los trámites administrativos en la cadena de valor del sector cementero. Otra de las claves fundamentales del plan pasa por potenciar la I+D+i, con el objetivo de incrementar la gama de productos puesta en el mercado con soluciones ad hoc para cada tipo de obra, al tiempo que se reducen las emisiones y los costes de producción.