La Plataforma Tecnológica Española del Hormigón, en colaboración con IECA y con “The Concrete Initiative” celebró el pasado 2 marzo el seminario internacional sobre “La contribución del hormigón a la eficiencia energética de edificios”. El seminario tuvo lugar en el Instituto Eduardo Torroja de Ciencias de la Construcción y contó con la asistencia de 130 técnicos nacionales e internacionales.
Durante la jornada se analizó en profundidad la problemática de la eficiencia energética en la edificación y de cómo el hormigón, gracias a su elevada inercia térmica, facilita el diseño de edificios de consumo de energía casi nulo.
En primer lugar, Ronny Anderson, de la Universidad de Lund, expuso el estado actual de esta problemática a nivel europeo para a continuación dar paso a José Antonio Tenorio (IETcc), que analizó brevemente el entorno regulatorio europeo y nacional en materia de eficiencia energética en edificación. En tercer lugar, Servando Álvarez (Universidad de Sevilla) hizo una exposición muy clara sobre las herramientas existentes en el mercado para evaluar correctamente la contribución de la inercia térmica de los materiales a la mejora de la demanda de energía de los edificios. Servando incidió en las limitaciones actuales para hacer un cálculo correcto, centrándose especialmente en la necesidad de desarrollar nuevas capacidades adicionales que complementen la Herramienta Unificada Lider Calener (HULC).
Tras estas ponencias de carácter general, se dio paso a los casos de estudio, donde se presentaron edificios concretos donde la activación de la inercia térmica del hormigón contribuía no sólo a mejorar la calificación energética del edificio, sino también a mejorar su confort térmico. Así pues, Julien Parc (CERIB) y Tomas Plauska (CONSOLIS) se centraron en la problemática del confort térmico y su relación, no sólo con la calidad de vida de los usuarios, sino también con la productividad de los trabajadores en los centros de trabajo, demostrando que una mejora del confort, lleva asociados incrementos exponenciales de los rendimientos. Teresa Marzo (Vía Célere) explicó como su nuevo edificio de oficinas tiene forjados termoactivos mediante energía geotérmica y cómo la energía sobrante se cede a un hotel contiguo para calentar el agua sanitaria, en un ejemplo claro de sinergia energética a partir de un edificio de hormigón. Luis Grau, arquitecto, expuso un edificio de vivienda social en alquiler totalmente de hormigón en el que la activación de su inercia térmica se conseguía mediante paneles fotovoltaicos en cubierta. Por último, Antonio Villanueva (IDOM) explicó el comportamiento energético de la nueva sede de IDOM en Montecarmelo, donde los forjados termoactivos han permitido un ahorro cercano al millón de euros en cuatro años.
Villanueva fue más allá e incidió en la necesidad de cambiar el diseño tradicionalmente utilizado en España y evolucionar hacia nuevos diseños en los que la inercia térmica de los materiales y sistemas innovadores de activación permitan reducir su demanda energética hasta los límites máximos que permite actualmente el Código Técnico de la Edificación.
La jornada concluyó con una mesa redonda coordinada por Isidoro Miranda, Vicepresidente de IECA, en la que participaron expertos técnicos nacionales que dieron su visión de futuro sobre edificación sostenible y expusieron los retos a los que se enfrenta el hormigón en este sector.