Desde la última reunión celebrada el pasado mes de marzo, desde la dirección de la fábrica de Cemex en Lloseta se han llevado a cabo una serie de medidas medioambientales, cumpliendo así con todos los compromisos adquiridos.
Así, en estos meses, se ha procedido al montaje de paneles de insonorización y puertas en el edificio trituración primaria y en el molino de crudo para minimizar el ruido que provoca esta instalación y se ha dotado a todas las puertas de edificios industriales de sistemas de cierre. Por otra parte, se ha modificado el procedimiento de descarga de combustible para agilizar su depósito y mejorar las condiciones de su almacenamiento.
En la comisión se expusieron los resultados de las mediciones ambientales oficiales del primer trimestre de 2016, que siguen estando muy por debajo de los límites establecidos por la normativa.
Otro de los puntos abordados fue el de la búsqueda de fórmulas para la adquisición de combustibles alternativos producidos en la isla, como la biomasa, para su uso en los hornos de la fábrica, y reducir así las emisiones de gases de efecto invernadero. Se informó de la toma de contacto con las organizaciones agrarias mayoritarias de la Isla, de la recopilación de información y se convino en la necesidad de involucrar al mayor número de agentes en el proyecto. Finalmente, se emplazó a las personas encargadas de liderar la iniciativa a presentar después del verano unas primeras líneas de trabajo como guía de actuación.
Este foro se creó el pasado año con el objeto de servir de canal de comunicación entre la fábrica y los vecinos de la zona, y así garantizar e impulsar el desarrollo sostenible de la actividad que allí se desarrolla. Se trata también de un marco en el cual se recogen las inquietudes, dudas y sugerencias de los grupos de interés para buscar entre todos la convivencia de la actividad industrial con la social y agrícola de la zona.
Durante la reunión estuvieron presentes, el presidente de la Comisión y alcalde de Lloseta, Tolo Moyá, los representantes de la Conselleria de Medi Ambient del Govern, de la organización ecologista GADMA y de la Universidad de las Islas Baleares, así como varios técnicos y personal de Cemex.